Shein és la marca de ropa que recibe más visitas en línea mensuales del mundo. Su aplicación es la más descargada en Europa y es una de las diez marcas con más 'me gusta' en Instagram.
Esta empresa china ha conseguido vender sus productos además de 220 países (entre los cuales no está China), sin tener tiendas, fábricas, ni ninguna planta de producción. ¿Cómo funciona Shein?
El catedrático de economía de la Universidad Columbia, Xavier Sala i Martín, ha repasado al Versión RAC1 de Toni Clapés los trucos innovadores que sigue esta empresa para fabricar y vender sus ;
Sala y Martín ha explicado que Shein "nació en el 2008 y hacía vestidos de novia", pero en el 2015 "cambió el nombre y empezó a hacer vestidos de toda mena". De la misma manera que pasó con Zara (que revolucionó el mundo de la moda porque cambió la manera de trabajar de los diseñadores), Shein "tampoco utiliza diseñadores famosos", pero la clave diferencial es que ellos "utilizan las redes sociales por experimentar".
El profesor ha puesto un ejemplo: "Cuando hacen unas faldas, producen un par de unidades, las muestran (sobre todo en TikTok) y miran la reacción de la gente". A partir de aquí "si funciona bien lo producen y si no lo tiran".
Uso de la IA
También utilizan la inteligencia artificial: "La ropa que te aparece a ti es diferente de la de otra persona. Te enseñan cosas diferentes según tus gustos, la publicidad está mucho más personalizada", ha asegurado a Sala y Martín. Por eso, ha considerado que "Shein es una versión moderna de Zara", y prevé que "todas las empresas acabarán yendo hacia aquí".
El catedrático de economía de la Universidad Columbia también ha hablado sobre les movilizaciones de los payeses catalanes . Sala y Martín cree que se trata de un "problema gravísimo". Sobre la burocracia que piden reducir, ha explicado que no solo les afecta a ellos sino a otros sectores y lo cual todo es a un problema de las instituciones: "Europa solo pone trabas, parece que solo haya convertido sus objetivos en regular para regular".
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Con respecto a la competencia desleal de los agricultores europeos con los otros países, ha considerado que "si aquí los obligas a tener unos estándares muy elevados entonces no puedes permitir que vengan avellanas de Turquía cuando las empresas turcas no cumplen los mismos requisitos". Por eso ha asegurado: "Europa sufre un problema de hipocresía que acaba perjudicando la industria europea".
"Todo", ha apuntado, "no es culpa de la globalización, sino que es culpa del gobierno". "La globalización es el asno de todas las veces", se ha quejado, aunque "ninguna de las reivindicaciones de que están poniendo sobre la mesa va sobre globalización sino de la incompetencia de los gobiernos", ha concluido.
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